viernes, 18 de enero de 2013

LA CAPITAL OLVIDADA













El criterio que estamos siguiendo para otorgar la B de Bonito a un municipio/área/ciudad es elegir uno por provincia.Por este motivo no volveremos a hablar más de ningún lugar en Málaga o Cádiz y con esta entrada, habremos cubierto nuestro particular cupo en Jaén.

La provincia de Jaén es muy reconocida por cantidad de aspectos y enclaves.Su fascinante gastronomía, el culto al aceite y la producción olivarera en general, su naturaleza y espacios protegidos, y las dos ciudades pilares del renacimiento español Úbeda y Baeza, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pero no vamos a dedicarle esta entrada a ninguna de las localidades relacionadas con las grandezas de esta variopinta provincia.
Nuestra B de Bonito viaja a una ciudad olvidada y ninguneada por muchos, desde nuestro punto de vista inmerecidamente. Hablamos de Jaén, la oscura y olvidada capital.Y sí, ¡existe!Y en su seno nos aguardan la grandeza, fascinación, el misterio y la pureza de sus formas y autenticidad de sus gentes.



No podemos pasar por alto a una de las ciudades más antiguas de Europa.La antigua Yayyan estuvo poblada desde que el hombre es hombre.
Los laureados Reyes Católicos, ya supieron de su importancia estratégica y la nombraron Capital del Santo Reyno.
Una ciudad que destila oro líquido y en la que la naturaleza nos deleita con uno de sus más preciados regalos: el agua límpida y pura de sus numerosas fuentes.



La ciudad se asemeja a un lagarto enroscado en el célebre Cerro de Santa Catalina, que alberga el imponente castillo del mismo nombre.Este castillo se hiergue protagonista de toda pugna por la ciudad entre moros y cristianos.Dicen que está en el cerro únicamente por cuestiones defensivas.Nosotros no lo creemos así.Ya que, quien sube al castillo no puede retirar la mirada de la  portentosa catedral de la Asunción, como igualmente, desde la catedral no podemos dirigir nuestras miradas a otro lugar que no sea el castillo.Dos obras titánicas que dialogan entre sí, como dos enamorados.



Las ciudades, y más aún, los grandes monumentos se erigen en lugares elegidos, privilegiados.Y este es el caso de la magna catedral y el altanero castillo, cuyos constructores eran conocedores de la potente energía telúrica concentrada en estos enclaves y que provocan la inmediata conexión del visitante con los monumentos.
El templo, construído con una excelente técnica, esconde secretos que gritan en cada piedra y las leyendas más oscuras y sorprendentes.
A pesar de todo esto, y mucho más que nos guardamos, por cuestiones de sintetización, la catedral no ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.Algo que nos parece muy injusto, por la necesidad de promoción de esta intrigante y prolífica ciudad.



En el añejo Barrio de la Magdalena es donde la Jaén oculta nos desvela sus secretos y leyendas.La Fuente del Lagarto, llena de supersticiones y mitos populares,o la cristianizada Mezquita de la Magdalena, nos llevan al corazón de Jaén.Aquí la ciudad muestra su identidad y esencia.Nos llama poderosamente la advocación de un barrio entero a Mª Magdalena, tan demonizada por el cristianismo, en el que para más INRI, construyen una fuente dedicada a un reptil, otro elemento muy pagano.



Es imperativo el pasear por cualquiera de sus calles del centro y degustar sus muy asequibles cañas y tapas, de mucho mayor tamaño y calidad que en otros lugares mucho más afamados.

Pasead por sus calles, conoced a sus gentes,aunque esquivos, abrirán su castellano y rudo carácter lleno de generosidad y gran calidad humana.
Jaén atesora un gran patrimonio histórico, monumental, gastronómico y folclórico. Es una ciudad abierta a quien esté dispuesto a  descubrir las riquezas que atesora.

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